Por José Luis Ruiz 16 de Junio de 2015 Durante años he buscado una cámara que me brinde las prestaciones de una réflex full frame profesional pero con el tamaño de una compacta. Tal cosa parecía una locura, un sueño de muchos fotógrafos imposible de lograr… pero ahora, gracias a la tecnología, es una realidad. Las cámaras mirrorless, o cámaras sin espejo, han hecho esto posible. Incluso ahora muchas de ellas son bastante más poderosas que las réflex mas vendidas, con la gran ventaja que son más pequeñas y ligeras. Estás cámaras se han convertido en la cámara ideal de muchos fotógrafos a quienes, como a mi, les gusta la foto de viaje, de paisaje o urbana, y caminan kilómetros y kilómetros cámara en mano. Basta ver las cámaras que usaron los ganadores del World Press Photo Contest para darse cuenta que estas están ganando terreno entre los profesionales. Uno de los principales motivos es que te reducen notoriamente el peso que cargas en tu mochila, sin reducir la calidad del resultado. ¡Adiós a los problemas de espalda! La primera vez que confié plenamente en una cámara mirrorless fue con la Lumix GH3, una cámara del sistema micro cuatro tercios. Su calidad hizo que dejara mi pesada cámara full frame con sus aún más pesados objetivos e hiciera un viaje sin demasiado peso por Marruecos. Los resultados fueron totalmente satisfactorios, sin embargo la GH3 no resultó tan pequeña para mi gusto. Al poco tiempo Panasonic sacó al mercado la Lumix GX7, una cámara que incorpora el mismo sensor que la GH3 en un cuerpo mucho más compacto y con cierto estilo retro. No mentiría si dijera que está cámara cabe en la bolsa de mi chamarra o incluso de mi pantalón con un lente pancake, aunque eso sí haciendo cierto bulto. A mi novia le encanta que la GX7 cabe fácilmente en su bolsa de mano y así no tiene que cargar un estuche de cámara que puede llamar más la atención. Por tanto la Lumix GX7 es justo lo que estaba buscando: una cámara sólida, con poco ruido a ISOs altos, y veloces ráfagas de cinco fotos por segundo. Una cámara con altas prestaciones en un compacto cuerpo de magnesio ergonómico y agradable al tacto y con estabilizador integrado. Su sensor es un Live MOS de 16 megapixeles que tiene la misma resolución que traen cámaras anteriores como la G5 pero es más reciente y más poderoso. Si bien la resolución en sí no aumentó con respecto a sus antecesoras, sí mejoró mucho el detalle y la precisión de cada pixel, lo que resultó no sólo en imágenes más nítidas sino también en un rango dinámico más amplio y en menos ruido. ACIERTOS Lo primero que sobresale de esta cámara es su calidad de acabados, que no decepcionan al tacto. La resistencia de los mismos al uso constante es algo que valoramos los que usamos la cámara a diario y después de casi un año de uso sigue básicamente como nueva. Una de sus peculiaridades es que resulta posible girar hacia arriba el visor, lo cual puede parecer excéntrico pero vaya que resulta de utilidad en ciertas tomas bajas o cuando está en un tripie. Para lograr eso con una cámara réflex es necesario comprar un visor extra bastante costoso por lo que se agradece que la cámara tenga esta opción. Algo sumamente útil que presenta está cámara es su conectividad Wi-Fi. Esta función te permite enviar las fotos que acabas de tomar a tu smartphone, computadora o cualquier otro dispositivo lo cual es una maravilla si trabajas en medios y necesitas enviar las fotos de un evento inmediatamente, evitándote tener que usar las fotos de mala calidad que tomaste con el teléfono. Si haces fotos de bodas, el compartir fotos durante el evento en redes sociales puede ser un plus divertido para los novios y sus invitados. Y aunque no tengas necesidades profesionales siempre será divertido poder compartir tus tomas en el momento. La conectividad wifi además permite controlar la cámara de manera remota, con lo cual te ahorras comprar un disparador y tienes la ventaja que puedes ver y controlar todo desde la pantalla de tu celular. Una cámara réflex siempre va a hacer cierto sonido al tomar la foto porque se escuchará tanto el ruido de las cortinillas del obturador como el del espejo. Las cámaras mirrorless tienen la ventaja de no tener el ruido del espejo pero se sigue escuchando el obturador. La GX7 además del obturador normal ofrece la opción del obturador electrónico el cual es totalmente silencioso. Esto es algo que ya hemos visto en modelos previos de Lumix, mas no deja de ser una característica interesante. Es súper práctico en lugares donde se pide silencio, como en la misa de una boda o en una ceremonia, o bien para hacer retratos "robados". También te permite aumentar la velocidad de la ráfaga logrando hasta cuarenta fotos por segundo. Es sabido que utilizar la ráfaga continuamente disminuye la vida útil del obturador de la cámara, por lo que muchos fotógrafos evitan usarla. Sin embargo el obturador electrónico no ocasiona este desgaste físico y se puede emplear cuantas veces queramos sin preocuparnos por la cámara. Otro gran acierto de esta cámara son sus especificaciones avanzadas. Por ejemplo alcanza velocidades de obturación de hasta 1/8000 y es capaz de sincronizar flashes externos a velocidades de hasta 1/320 segundos. Estas especificaciones confirman que se trata de una cámara totalmente diseñada para el fotógrafo profesional y que está a la altura de una réflex profesional full frame. |
José Luis RuizDefenestrado por la ciencia la vida lo llevó a la fotografía, donde desde hace más de 10 años toma fotos de coches y motos. También de vez en cuando toma fotos de paisajes, fauna y gente. Categorias |